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Los Objetos en las historias

Los objetos que aparecen en las historias acentúan los temas de una novela y dan más profundidad a todo el relato. En este artículo vamos a explicar cómo utilizar los objetos.

Funciones de los objetos

Las funciones que toma un objeto pueden resumirse en las siguientes:
  • Sustitución de personajes ausentes. Supongamos un protagonista cuyo padre ha muerto y ha recibido de él su reloj como herencia. Las apariciones del reloj en la historia no solo servirán para recordar la memoria de su padre y sus consejos, también, por ejemplo, para enfatizar lo ligado que el protagonista estaba a su padre describiendo el terror que le supone perder el reloj.
  • Representación de sueños y objetivos. Imaginemos una bailarina que conoce a una antigua estrella de la danza. La antigua estrella le regala una pulsera —que según cuenta, se la puso en su primera obra como protagonista—. Cada vez que la bailarina mire esa pulsera se convencerá a sí misma de no tirar la toalla, de que ella también puede conseguir llegar alto. Se puede incluso profundizar mucho más: la bailarina es empujada por las escaleras por una rival que también aspira a ser protagonista de la obra. La pulsera se rompe; la protagonista se lesiona y no puede volver a bailar: la pulsera rota enfatiza que su objetivo ya no puede ser alcanzado.
  • Poder. Piensa en el Anillo Único de El señor de los Anillos: todos lo quieren porque el que lo posea ostentará el poder para someter toda la Tierrra Media.
  • Apoyo gestual. Supongamos un personaje de una dama con su abanico. El abanico acentúa su estado de ánimo cada vez que aparezca en escena: si se abanica lentamente la dama está relajada; si lo hace rápido, está nerviosa; si abre y cierra el abanico constantemente sin llegar a abanicarse, está furiosa; si lo tiene entre las manos sin abir, está pensativa.
  • Representación de recuerdos. Funciona igual que si fuera un estribillo. Supongamos un abrigo que la mujer del protagonista se dejó en el perchero de la entrada cuando hizo las maletas y le abandonó en el primer acto de la novela. Cada vez que el protagonista entre en casa verá el abrigo y recordará que está solo. Cada vez que el protagonista pasee por el parque y vea a las parejitas pasear de la mano, no se acordará de la mujer que le abandonó, se acordará del abrigo colgado en el perchero de la entrada.
  • Representación del objetivo. Es el tesoro en una historia de piratas. El cáliz en la historia de Indiana Jones. La medalla de oro en una historia de competiciones. Es una casa propia en una historia de un minusválido que quiere ser independiente.
  • Impedimento. Imaginemos un padre desesperado por la situación económica de su familia. Una foto de su hijo en la cartera le impedirá hacer locuras como robar un banco, atracar a los peatones o abandonar a la familia para dejar de tener cargas.

Uso de los objetos

  • Lo primero que tenemos que pensar sobre un objeto es el propósito o función que tendrá en la historia. Echa un vistazo a la lista anterior de funciones y elige cuál va a ser el propósito que tenga ese objeto.
  • No incluyas un flujo constante de objetos, es mejor reutilizar los objetos que hayas mencionado antes en la historia. Cada vez que el objeto aparece en la narración acumula más asociaciones y gana profundidad.
  • Haz que un objeto pase de unos personajes a otros. Con cada propietario el objeto toma una capa de significado más y tiene más peso emocional. Si el objeto denota Poder, quien lo tenga en cada momento será el que vaya ganando; así se refuerza también el conflico protagonista-antagonista.
  • Procura darle a cada objeto todo el trabajo que pueda realizar. Haz que el objeto no signifique solo una cosa y aparezca solo con una única intención. Intenta que cumpla al menos dos funciones.
  • Transforma el objeto a través de la historia. Imagina un candelabro que al principio fuera utilizado para colocarlo encima de la mesa en las cenas importantes; que más tarde se le rompiera uno de los brazos y quedara como adorno encima de alguna estantería, con la parte rota hacia la pared, para que no se viera es estropicio; que después fuera sustituido por un adorno mejor y quedara relegado al olvido en el trastero; que al final fuera utilizado con una funcion impropia, como sujetar una ventana de guillonita para que no se cierre.

    La transformación del objeto puede ir paralela a los cambios que sufra el protagonista: el personaje tiene un puesto importante en la empresa (candelabro presente en cenas importantes); el personaje falla en una negociación importante y la fastidia, intenta disimular o echar la culpa a situaciones impredecibles, pero es apartado de futuras negociaciones (candelabro aún a la vista en la estantería con el brazo roto hacia la pared); el personaje es degradado en el organigrama de la empresa y pasa a llevar funciones no importantes (candelabro en el trastero); el personaje decide abandonar su puesto de trabajo para dedicarse a otra cosa (candelabro de sujeta-ventanas).
  • Describe solo objetos que vayas a utilizar en la historia; si no lo vas a usar quítalo. No describas el cenicero del viaje a Grecia si luego no va a aparecer más en la historia. Nombra el cenicero (no lo describas) del viaje a Grecia, el gallo del viaje a Portugal, los posavasos del viaje a Egipto, las figuritas de crital de los viajes a Venecia, a Praga... para mostrar lo viajero que es un personaje. Cuando listas objetos no das importancia a ninguno.

Imagen | bing.com

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